La apnea del sueño es una enfermedad que provoca la interrupción o reducción de la respiración durante la noche. Puede ocurrir por al menos dos motivos diferentes: obstrucción de las vías respiratorias o como consecuencia de algún trastorno neurológico.
Tener apnea eventualmente es normal, pero se convierte en un problema cuando ocurre con frecuencia. Entiéndelo:
Tipos
Todavía no está del todo claro por qué se produce la enfermedad, pero se sabe que representa una condición de salud crónica que requiere tratamiento.
Apnea obstructiva del sueño
Se produce cuando el origen de la enfermedad es la obstrucción de las vías respiratorias.
Apnea central
Cuando la causa es un problema neurológico, se denomina apnea central. En este caso, hay un fallo de comunicación en el cerebro que no envía la orden para que el cuerpo respire.
En los siguientes párrafos hablaremos más a fondo del tipo más común, que afecta a la mayoría de los casos: la apnea obstructiva del sueño, también llamada síndrome de apnea/hipopnea obstructiva del sueño (SAOS) o simplemente hipopnea.
Riesgos
Estar temporalmente sin respirar durante la noche afecta directamente a la cantidad de oxígeno presente en la sangre. En la apnea obstructiva del sueño, este episodio suele ocurrir a diario e incluso más de una vez por noche.
Cuando se produce esta interrupción, el sistema nervioso tiene que trabajar más para que la sangre llegue a todas las partes del cuerpo. Con ello, el ritmo de los latidos del corazón se acelera y los vasos también tienden a contraerse.
Con el paso del tiempo, la falta o la reducción de la oxigenación en la sangre también comienzan a producirse durante el día.
Así, esta condición aumenta potencialmente las posibilidades de que la persona desarrolle problemas cardiovasculares a largo plazo, como la hipertensión y la arritmia cardíaca.
Otras complicaciones de salud
La apnea del sueño no tratada puede incluso afectar a la memoria. Además de esto, las personas que sufren el problema también pueden presentar una pérdida de fuerza física, llamada astenia, así como una importante reducción de la libido.
Del mismo modo, la enfermedad también favorece la acumulación de grasa abdominal y puede provocar resistencia a la insulina. En conjunto, estos factores favorecen el desarrollo de la diabetes de tipo 2.
Por último, hay indicios de que la apnea del sueño de larga duración aumenta las posibilidades de que una persona desarrolle una depresión.
¿Puede matar la apnea?
La principal preocupación de los pacientes que tienen el tipo obstructivo es que, si no se trata, la probabilidad de complicaciones es alta. A medida que pasa el tiempo, los riesgos son aún mayores.
Por ejemplo: una de las peores consecuencias de una situación de apnea del sueño no tratada es el Accidente Vascular Cerebral (AVC), que tiene más posibilidades de producirse en pacientes con hipertensión.
Por lo tanto, descuidar el tratamiento puede ser fatal.
¿La apnea del sueño está relacionada con los ronquidos?
Mucha gente confunde la apnea del sueño con los ronquidos, pero son condiciones muy diferentes.
Aunque ambas pueden estar causadas por algún tipo de obstrucción de las vías respiratorias, las consecuencias de la apnea son mucho más graves que las molestias que pueden causar los ronquidos fuertes.
¿Cómo identificar la apnea?
Muchas personas se preguntan por los síntomas de la apnea, pero la única forma de notarlos es durante el sueño. Por ello, es habitual que las personas que conviven con el afectado noten la interrupción temporal de la respiración, que suele estar marcada por la asfixia seguida de una respiración profunda.
Sin embargo, una simple revisión en el médico puede ser suficiente para identificar el problema.
Síntomas de la apnea del sueño
Además de los episodios de interrupción o reducción del flujo respiratorio, intercalados con ahogos, la apnea del sueño también provoca los signos típicos de quien ha pasado una mala noche:
- Cansancio al día siguiente
- Somnolencia diurna excesiva
- Desaliento
- Dolores de cabeza por la mañana
Otros síntomas menos comunes son el reflujo y la sensación de asfixia al despertarse.
Causas y factores de riesgo de la apnea obstructiva del sueño
Como su nombre indica, este tipo está causado por algún tipo de obstrucción de las vías respiratorias que puede ocurrir por varias razones:
Hábitos poco saludables: consumir bebidas alcohólicas por la noche o con demasiada frecuencia;
Obesidad o sobrepeso: el aumento de la circunferencia del cuello y de la circunferencia abdominal son signos de que el paciente podría tener apnea del sueño;
Factores genéticos: tener antecedentes familiares también aumenta las posibilidades de desarrollar el problema.
Perfil de las personas que padecen la enfermedad
En general, la enfermedad afecta más a los hombres, especialmente a los mayores de 50 años y con sobrepeso.
Esto no significa, sin embargo, que las mujeres, los jóvenes y los delgados no puedan desarrollar el problema, ya que no es exclusivo de un género o grupo de edad.
Ni siquiera los niños pueden escapar de la apnea obstructiva. Por lo tanto, es muy importante que los padres vigilen la calidad del sueño de sus hijos, para identificar cualquier trastorno lo antes posible.
¿Cómo es el diagnóstico?
La sospecha de la afección suele recaer en el marido o la mujer, los padres, los hijos, los compañeros de habitación o cualquier otra persona que note la apnea mientras el paciente duerme.
El diagnóstico oficial sólo se realiza tras una evaluación médica mediante polisomnografía, un examen en el que se monitoriza al paciente durante el sueño. Para realizar esta prueba, es necesario que el paciente pase la noche en una sala específica del laboratorio.
¿Qué médico buscar?
Neurólogos, otorrinolaringólogos y neumólogos pueden obtener el diagnóstico. Sin embargo, a la larga puede ser necesario acudir a un médico de cabecera para que le remita a un especialista.
¿Existe una cura para la apnea?
La regla general dice que seguir el tratamiento correctamente durante el resto de la vida puede poner fin a la enfermedad. Sin embargo, siempre es bueno recordar que cada cuerpo reacciona a su manera.
Las medidas recomendadas por los especialistas no pretenden curar la enfermedad, sino controlar los factores de riesgo y reducir la incidencia de los episodios de apnea.
¿Cómo tratarla?
El tratamiento de la apnea se realiza a través de un enfoque amplio con varios frentes.
Tratamiento en casa
Las recomendaciones médicas incluyen cuidados y hábitos en casa, como:
- Pérdida de peso;
- Disminución de la cantidad de alimentos consumidos por la noche;
- Reducción del consumo de bebidas alcohólicas, especialmente por la noche;
- No utilizar sedantes para dormir;
- Práctica de la actividad física.
Por lo general, estas medidas ya ayudan a aliviar los síntomas. Dependiendo del caso, puede incluso hacer que el paciente se deshaga definitivamente del problema.
Cuando estas medidas no son suficientes, el tratamiento clínico es el siguiente paso.
Dispositivo CPAP para la apnea del sueño
Otro enfoque terapéutico que puede ayudar es el uso de un dispositivo para la apnea, llamado CPAP (presión positiva continua en las vías respiratorias).
No es más que una máscara que el paciente utiliza mientras duerme, siendo la opción más eficaz. Es un dispositivo portátil y fácil de manejar.
La CPAP funciona exactamente como su nombre en inglés lo describe: generando una presión de aire positiva en las vías respiratorias, de modo que no se produzca una obstrucción de las vías respiratorias superiores y, por tanto, se eviten las interrupciones respiratorias.
Lo ideal es que el paciente duerma con la mascarilla todas las noches para que el tratamiento funcione realmente.